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Recursos para el Duelo

Esta sección tiene el propósito de brindarle recursos que le puedan servir para entender y soportar el dolor que significa perder a un ser querido y ofrecer herramientas para afrontar el proceso de duelo con resiliencia.
Equipo Funerales López

La ausencia de un ser querido se siente con mayor intensidad en días festivos, cumpleaños, aniversarios y otras fechas significativas. Estas ocasiones pueden despertar recuerdos profundos y hacer que el dolor sea más palpable. Estos sentimientos son naturales y esperados, ya que los días especiales suelen resaltar la pérdida y modificar las tradiciones compartidas al ver la silla vacía de nuestro ser querido.
Emociones intensas
Además de la tristeza, es posible que experimente ansiedad ante la llegada de una celebración o incertidumbre sobre cómo afrontar la ocasión. Es normal querer evitar estos días por completo o sentirse abrumado al planificar. No hay una forma correcta o incorrecta de atravesar estos momentos; confíe en lo que le haga sentir más cómodo.
Adaptando las tradiciones
Reconocer que estos días serán diferentes puede ayudar a sobrellevarlos. A menudo, la anticipación es más difícil que el día mismo. Planificar con realismo y comunicar sus sentimientos con los demás le permitirá encontrar maneras de vivir estas fechas con mayor serenidad.
Algunas tradiciones pueden necesitar ajustes, especialmente si su ser querido tenía un papel central en ellas. Converse con su familia para decidir qué desean mantener, modificar o dejar atrás. También pueden crear nuevas costumbres que les brinden consuelo y fortaleza. Cambiar el lugar de reunión, adaptar los menús o introducir nuevas actividades puede hacer que estos días sean más llevaderos con el tiempo.
Independientemente de si mantiene o cambia las tradiciones, puede encontrar formas de honrar la memoria de su ser querido. Preparar su platillo favorito, compartir historias o dedicar un momento especial para recordarlo pueden ser maneras reconfortantes de mantener su presencia en el corazón de la familia.
Manejo de las expectativas externas
Es posible que se sienta presionado a asistir a celebraciones sociales o compromisos familiares pero aún así puede manejar estas situaciones según cómo se sienta en el momento. No tema expresar su necesidad de flexibilidad: "Me encantaría asistir si me siento preparado ese día, ¿puedo decidir más adelante?". La mayoría comprenderá y respetará su proceso.
Por otro lado, algunas personas podrían evitar invitarlo por temor a incomodarlo. Si desea compañía, hágaselo saber a sus amigos y familiares. Explicarles que necesita su apoyo ayuda a evitar el aislamiento en estos momentos difíciles.
Cuidado personal
Las fechas especiales pueden generar fatiga emocional y física. Permítase descansar y buscar momentos de tranquilidad. Si tradicionalmente organizaba reuniones, considere pedir ayuda a familiares y amigos para reducir la carga y permitirle disfrutar la ocasión con menos estrés.
Dar a los demás como una forma de sanación
Una forma significativa de afrontar estos días es ayudando a otros. En honor a su ser querido, podría participar en actividades de voluntariado en lugares con un significado especial para ambos. Brindar apoyo en su comunidad, una organización benéfica o su lugar de fe puede transformar el dolor en una experiencia de conexión y propósito.
La pérdida cambia la percepción de uno mismo, pero contribuir al bienestar de los demás puede ayudarle a redescubrir su identidad y encontrar un camino hacia la sanación. Re-enfocar su energía en actos de generosidad puede traer consuelo y un sentido renovado de vida.
Quizá una de las cosas que más me ha sorprendido por mucho tiempo en la vida (aún al día de hoy), es el ver a la mayoría de mis hermanos dolerse hasta las lágrimas, por la muerte de mi madre. No pretendo dar la impresión que quiero minimizar la ausencia de mi madre, pero ella partió hace 55 años.
La situación planteada es, por mucho, preocupante, pues el ver cómo el dolor de la ausencia de una persona se ha podido prolongar por tanto tiempo, hace evidente que el duelo puede volverse crónico si no se gestiona de manera adecuada. Enfrentar el dolor ante la ausencia de una figura tan importante como la de una madre no es sencilla en ningún sentido y puede que ese duelo se prolongue por años por cuestiones culturales, pero también por una resistencia personal por aceptar la partida del ser querido.
Por ello es importante considerar el siguiente artículo para adjudicarnos herramientas que nos permitan ayudar a otros y en el último de los casos ayudarnos a nostros mismos si estamos en una situación como la planteada.
El duelo y sus múltiples manifestaciones
El dolor puede manifestarse de diversas maneras y cada persona lo experimenta de forma única. Perder a un ser querido conlleva un proceso de duelo natural, esencial para la sanación. Es importante recordar que su vivencia del duelo es personal y única.
El funeral es solo el comienzo del proceso de duelo, y el camino hacia la aceptación y el equilibrio emocional puede tomar meses o incluso años. Es normal experimentar una amplia gama de emociones. Por ello, contar con una red de apoyo puede ser fundamental. Rodearse de personas dispuestas a escuchar sus recuerdos, emociones y pensamientos puede brindarle alivio y comprensión en estos momentos difíciles.
Los profesionales de Funerales López pueden formar parte de su red de apoyo mediante los recursos de asistencia al duelo que ofrecemos tras la pérdida de un ser querido. Nos enorgullece proporcionar a las familias acceso a beneficios gracias a los convenios y colaboración que tenemos establecidos con fundaciones y con profesionales en Tanatología, quienes pueden brindarle apoyo en su proceso de duelo.
Comprender y gestionar el duelo
El duelo se vive de manera diferente en cada individuo. La relación con la persona fallecida, la historia personal, las circunstancias de la pérdida y el entorno social influyen en la manera en que cada uno lo enfrenta.
Cada miembro de la familia puede vivir su duelo de forma distinta, dependiendo del vínculo que tenía con la persona que ha partido. Por ejemplo, perder a un cónyuge puede significar la ausencia de un compañero de vida, un amigo incondicional y un pilar familiar.
Las emociones que pueden surgir durante este proceso incluyen:
- Tristeza
- Nostalgia
- Ira
- Impaciencia
- Culpa
- Depresión
- Frustración
- Soledad
- Negación
- Miedo o sensación de pérdida de control
- Alivio (especialmente en casos de enfermedades terminales)
- Incredulidad
- Confusión
- Dificultad para concentrarse
- Sensación de vacío o desorganización
- Evitación de recuerdos relacionados con la pérdida
- Preguntas existenciales sobre el propósito de la vida
En ocasiones, puede aparecer el pensamiento de querer reunirse con la persona fallecida. Aunque este sentimiento es común, si experimenta pensamientos persistentes de autolesión o se encuentra en una situación de riesgo, es fundamental buscar ayuda profesional de inmediato.
Cómo afrontar el duelo y cuidarse a sí mismo
A medida que avanza en su proceso de duelo, es esencial que cuide su bienestar físico y emocional. La sanación no sigue un calendario predefinido, y cada persona encuentra su propio ritmo para sobrellevar la pérdida.
Recomendaciones para el autocuidado:
- Retome poco a poco sus actividades diarias, pasatiempos y rutinas.
- Escuche su cuerpo y permítase sentir sus emociones sin reprimirlas.
- Mantenga hábitos saludables de alimentación y descanso.
- Realice actividad física moderada, como caminar al aire libre.
- Escriba en un diario sus pensamientos y sentimientos.
- Sea paciente consigo mismo y no se presione para volver a la normalidad de inmediato.
- Busque apoyo en familiares y amigos cercanos, especialmente en fechas significativas.
- No tema pedir ayuda. Expresar sus necesidades puede hacer que sus seres queridos le brinden el apoyo adecuado.
Superar la pérdida no significa olvidar, sino aprender a vivir con la ausencia y encontrar maneras de honrar la memoria de su ser querido mientras continúa adelante con su vida.
Seguramente hemos escuchado en más de una ocasión que los padres no deberían enfrentar la muerte de sus hijos, pues culturalmente esperamos que las personas de mayor edad muera antes que la gente jóven. Es quizá por esta perspectiva que la muerte de un hijo es uno de los duelos más fuertes que pueda enfrentar una persona. Esperamos que la gente jóven viva más, pero ¿Qué pasa cuando de pronto tenemos que despedirnos de un hijo? ¿Qué podemos hacer para entender y afrontar un momento tan complicado, confuso y doloroso como ese?
Acompañando el proceso de duelo
Es natural que, al principio, le cueste aceptar la realidad de la pérdida de su hijo. Este sentimiento es comprensible y forma parte del proceso de duelo. Tómese el tiempo necesario para asimilar esta difícil verdad y para comprender todas sus implicaciones. Permítase sentir el dolor en todas sus facetas: física, emocional, social y espiritual. Afróntelo de manera gradual, avanzando a su propio ritmo.
Pensar o hablar de su hijo con otras personas puede generarle tristeza en algunos momentos, pero también puede brindarle consuelo. No tema expresar su dolor y llorar cuando lo necesite. Las lágrimas pueden ser un alivio sanador. La intensidad del duelo está ligada al amor y el vínculo compartido con su hijo. El dolor es parte del precio de haber amado profundamente, pues al hacerlo, también nos exponemos a la posibilidad de la pérdida.
Manejo del duelo
Enfrentar la pérdida no significa tratar de controlarlo todo, sino aprender a gestionar el duelo de manera que le permita avanzar.
Concéntrese en el presente. No es necesario resolver su futuro de inmediato. Enfrente cada día según sus posibilidades, y si le resulta demasiado, afronte un momento a la vez. Si bien el tiempo no cura por sí solo, la manera en que lo empleamos puede ayudarnos a sanar.
Es fundamental atender sus necesidades básicas: alimentarse bien, descansar y mantenerse activo dentro de sus posibilidades. Cuidarse le proporcionará la energía necesaria para afrontar cada jornada.
Cada persona vive el duelo de manera única. Reflexione sobre los mecanismos que en el pasado le han ayudado a superar otras pérdidas y considere cómo aplicarlos en este momento.
El apoyo de familiares y amigos
Fortalezca sus lazos con sus seres queridos. En este momento, su compañía y apoyo pueden ser invaluables. No dude en pedir ayuda cuando la necesite. Aquellos que le aprecian estarán dispuestos a ofrecerle su apoyo, ya sea con gestos prácticos o con palabras de aliento.
Si alguien dice o hace algo que le resulte poco útil o incluso doloroso, intente expresar sus sentimientos y comunicar lo que realmente le ayuda. No guarde su dolor en silencio ni se descuide.
Muchas personas tienen las mejores intenciones, pero pueden no saber cómo actuar o qué decir. Es posible que, sin proponérselo, usted termine enseñándoles cómo ser más comprensivos y cómo ofrecer un apoyo genuino.
Al compartir sus recuerdos de su hijo con quienes le rodean, estos pueden ayudarle a mantener viva su memoria. Estas experiencias pueden ser una fuente de consuelo y fortaleza.
Encontrar apoyo en otros padres
Muchos padres en duelo encuentran consuelo en la compañía de otros que han pasado por una experiencia similar. Buscar un grupo de apoyo local puede ser de gran ayuda. Instituciones como funerarias, programas de hospicio o comunidades religiosas pueden orientarle en la búsqueda de estos espacios.
El legado de su hijo
Algunos padres encuentran alivio no solo en lamentar la pérdida, sino también en reflexionar sobre el impacto que su hijo ha tenido en sus vidas. Pensar en los momentos compartidos y en cómo su hijo enriqueció su existencia puede ayudarle a encontrar significado en medio del dolor.
Aunque su relación con su hijo ha cambiado debido a su partida, su amor por él seguirá presente. El vínculo no desaparece con la muerte; perdura en la memoria y en el corazón.
Su hijo ha sido una parte fundamental de su vida y su legado seguirá influyendo en usted y en quienes le rodean. El amor que siente por él seguirá vivo a través de sus recuerdos y las enseñanzas que le dejó.
Honrando su memoria
Existen muchas maneras de conmemorar la vida de su hijo. Puede escribir un diario de recuerdos, componer un poema, plantar un árbol en su honor, realizar donaciones benéficas o establecer una beca en su memoria.
Algunos padres optan por comprar o elaborar un regalo especial en fechas significativas y donarlo a personas en situación vulnerable en honor a su hijo. De esta forma, pueden mantener viva su memoria y sentir una conexión permanente con él.
Aceptar el amor y el apoyo
El amor y el apoyo de quienes le rodean pueden ser una fuente de fortaleza. Recárgese emocionalmente a través del afecto de familiares y amigos, así como del recuerdo compartido de su hijo.
Todos aquellos que amaron a su hijo también sienten su ausencia. Mantenerse unidos en estos momentos difíciles puede brindar consuelo. Compartir abrazos, lágrimas y palabras de aliento refuerza el vínculo familiar y reafirma que, a pesar de la pérdida, el amor sigue siendo un lazo inquebrantable.
Basado en el Artículo del D.PH. Charles A. Corr. profesor emérito de Southern Illinois University Edwardsville y ex presidente (1989-1993) del International Work Group on Death, Dying and Bereavement